Sin la pretensión de crear un cuento, más bien un relato apto para cualquier edad, la madurez de comprensión va más allá del nivel escolar cursado.

Patufet, por deseos de la naturaleza es un enano, un cómputo de virtudes reunidas en un espacio humano de menor tamaño. Nacido en un ambiente rural, hijo de... esto es lo de menos! hay un abanico de respuestas a cual mejor. Querido por todos, sin distinción de edad ni género o tendencia afectiva. Allá donde va se hace primero respetar y luego querer, las buenas joyas se guardan en estuches pequeños. Tratarle es descubrir y compartir la rebosante abundancia de emotividad, buenos sentimientos, comprensión y afecto que irradia Patufet.

En el campo, el granero o en la era, en sus quehaceres habituales, siempre va descalzo, sus pies agradecen el contacto con el suelo, generador de bienestar y energía.

En la escuela alucina a los docentes y compañeros por su escala de valores, compañerismo, abnegación, generosidad, reflexión y valentía.

La gota que colma el vaso fueron los frágiles y delicados zapatitos que su vecina, hábil artesana, le hizo a medida con piel de bovino, de vivos colores fabricados con colorantes naturales, de tacto suave y como dulce guante. El regalo, inesperado y gratificante, es el compañero insustituible de sus pies por los más recónditos lugares de su hogar.

La satisfacción, de aquel par de singulares zapatos, lo exteriorizó con tanta fuerza que la hábil vecina le ha ido regalando en cada aniversario, de manera continuada, hasta hace menos que nada. Ahora él sabe dónde adquirirlas y seleccionar el tono de color que requiere. Sus pies se mecen en las emociones y sensaciones de su cuerpo, dándoles el cobijo adecuado, con sus apreciadas pantuflas su tacto se enriquece de lo bueno y mejor sin obstáculo alguno.

Patufet, a través de las redes sociales, se ha convertido en un referente en favor de la muerte digna e indolora de los animales, la supresión de insecticidas y pesticidas contra el maltrato animal, la desforestación, el vertido de residuos incontrolados; como todo aquello que hace un medio ambiente menos sostenible y nos conduce a un desastre ecológico sin vuelta atrás.

Patufet no se ha hecho mayor, ni pretensión de ello, en la vida real no es la altura paralelismo de utilidad. Su conexión a través de las redes sociales con el espacio real le da un agradecido descanso al cuerpo, con la base de sus pies tan bien protegidos se resarce tanto del equilibrio físico como de la paz interior.

Realzamos su carácter íntegro y abnegado, nunca ha perdido su identidad, principios y siempre ha demostrado su humildad hacia él y su entorno.

La naturaleza, en su totalidad, la solidaridad que desprende y recibe, su buen quehacer diario es la sinfonía que apacigua sus inquietudes y le lanza a enfrentar su vida con amplitud de miras.