Lo más natural y beneficioso para el desarrollo del pie es ir descalzo, porque entrena la musculatura de forma variada.
Con nuestros zapatos de piel de suela blanda el niño camina como si fuera descalzo y el pie está protegido.
Por su flexibilidad y su ligereza son ideales para los bebés que gatean o dan sus primeros pasos. Para niños que ya caminan solos son recomendables como zapatillas.
Pediatras y fisioterapeutas
recomiendan este tipo calzado, porque se adapta perfectamente a cualquier postura de pies y tobillos, permitiendo total libertad de movimiento.
100% piel ecológica certificada
hipoalergénicos
biodegradables
muy buena transpiración del pie (superfície no sellada con poliuretano)
cálidos en invierno y frescos en verano
respetan la morfología y el crecimiento del pie
muy cómodos y ligeros
cierre elástico: fácil de poner, difícil para el bebé quitárselos, no se caen
curtición vegetal y tintes seguros
libre de cromo
sin tratamiento químico antimanchas
fabricados artesanalmente en Girona
todos los modelos se pueden personalizar escogiendo entre diferentes colores y dibujos